Poema | Besa la noche

para Yazmín

Besa la noche,
esa noche que nos sabe amarga,
a mares del Peloponeso y a ruinas de Creta.

Besa la noche,
esas mismas noches en las que te vi desnuda,
como Ariadna, en medio del fulgor,
del olvido, de la queja.

Besa esa noche,
besa todas las noches,
que se van, que se desvanecen
ante nosotros como pan de Gretel.

No hay migajas, sino besos.
Besos nocturnos.
Besos que se van, que se mueren
en medio del camino hacia la casa de la bruja.

Besa la noche.

Soy la noche, tu noche, esa noche,
de tus sueños que no han sido,
de la muerte de Cupido en la boca de Saturno.

Besa la noche.
Tu noche, esa noche.

Bésala.

Besa la noche.
Esa noche que ya no recordamos
y que juramos añorarla como el inicio del mundo,
de la humanidad.
Esa misma noche en la que me dijiste que te besara.
Esta noche, dijiste, bésame.

Besa la noche, te escuché decirme;
y te mire y eras una diosa,
con tu abdomen de mujer blanca,
casi transparente.

Bésame, soy la noche. Tu noche.
Entonces te besé, y amaneció.

© 2023 Enrique Monroy
Poema registrado en Safe Creative.

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