Poema | Tus besos

Besé tu boca, una noche de algún mes, de algún día, la besé.
Toqué tu interior con mi lengua.
Te toqué el paladar y sentí tu lengua explorando mi boca.
Besé tus labios, les pasé mi lengua por ellos, te sentí.
Sentí tu interior.
Un beso lo es todo, como una condena, ¿sabes?
Como una promesa, sí, eso.
Besé tu boca, una noche, una tarde, y en el día también.
Cerraste los ojos y te besé.
Ese beso fue más que muchas cosas, nunca lo dijimos.
Pero fue mucho más.
Porque un beso nos interna en ese purgatorio que después sufrimos,
un beso nos comprometió a todo y nos dejo nada.
Nos robó todo.
Nuestras lenguas, nuestros labios nos llevaron a una muerte prematura.
Nunca lo dijimos. Pero fue eso. Una muerte.
Después lo supimos, cuando extrañamos nuestros labios.
Cuando nos miramos como desconocidos después de que nos besamos en la boca. Muchas veces. Varias de ellas.
Nunca supimos si fue nuestra saliva que se revolvió entre nuestras lenguas gentiles.
No supimos si fueron nuestros ojos que perdieron su brillo.
Nunca lo dijimos.
Estábamos en ese anden mirando los labios que besamos.
Esos labios que algún tiempo necesitamos.
Nos mirábamos como extraños después de habernos besado esas noches, esos meses, esos años.
Olvidamos como sabían nuestras bocas en tiempos de frío.
Lo olvidamos todo. Nunca lo dijimos.
Besé tu boca. Algún día la bese.
Algún día estuve adentro de ella, explorándote, con tus ojos cerrados y tu silencio momentáneo.
Nunca lo dijimos.

© 2024 Enrique Monroy
Poema escrito el 18 de octubre de 2024, publicado originalmente en Facebook.
Registrado en Safe Creative.

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