Poema | Todo muere

Todo es muerte. Fin, pues.
Aquí y allá.
Nuestros sentimientos, cualquier emoción.
Todo muere.
Las oraciones mueren también. Rezos. Plegarias.
Nada. Todo muere.
Los actos, los hechos. Mueren, sí.
Conciencia > Creador > Creaciones.
Todo muere si muero.
Limites, horizontes que mueren ante la finitud.
Nada permanece.
Los ojos no pueden abarcarlo todo.
Ni el pretérito ni el futuro.
Oraciones finales, cortas, moribundas.
Mueren.
Aquí y allá.
Me dijiste que los besos eran perpetuos,
pero he olvidado tus labios.
¿Ves?
Todo muere;
y tanto que perdimos el tiempo,
ese tiempo que no existe pero que nos mata.
Te lo dije.
Todo muere.
Nada muere, sino que se prolonga. Dijiste.
Las perlas sobreviven.
Mueren cuando mueres.
Te amaré toda la vida.
La vida finita. Como el amor.
Moriremos, seguro.
Lloraste.
Las perlas no sobreviven.
Ven. Terminemos con el pastel de la nevera.
Démosle fin.
Todo muere.
Me miras por debajo.
Quiero decirte tanto todo el tiempo que no tengo.
Quiero decirte... que te amo tanto tiempo.
Hace muchos años.
Te amo y no me queda tiempo.
Ese tiempo que te amo.
Pero todo muere.
Te miro.
No mueras sin amarme,
aunque mientras me ames mueras un poco.
Te amo y muero.
Muero porque te amo.
Muero por amarte.
Te amo para morir.
Aquí, hoy, mañana.

© 2025 Enrique Monroy
Poema registrado en Safe Creative.



Entradas populares