Texto | Mytholmroyd: el origen de lo poético

La relación simbiótica entre Mytholmroyd y la Poesía de Ted Hughes:
Una exploración profunda del arquetipo poético y su legado
por Enrique Monroy

Out of the small room, the small house
In the end-terrace of Aspinal Street,
Into the yard of the valley, and the hills,
Which still shoulder the sky.

TED HUGHES
Remains of Elmet


La poesía de Ted Hughes generalmente nos llega como un misterio a través de otros misterios. Su vida, aunque pública, esta llena de ellos; sin embargo, el misterio principal, después de aceptar su poesía plenamente (porque así sucede con la literatura artística: tiene que ser aceptada por el lector), es el de continuar el camino, el sendero que nos lleva al sentido absoluto de su obra: una vivencia poética plena. Comienza así también el rastreo, el seguimiento casi religioso de sus palabras y de su mundo, aquel bestiario en el cual reposa su obra con plenitud.

Aspinal Street, hogar de infancia del poeta Ted Hughes

Toda la literatura artística (el arte en general) tiene un origen personal, no necesariamente confesional, pero la visión que un artista tiene de su realidad es provocada por algo más allá de lo simplemente emocional. Cualquier escenario, cualquier situación, es motivo suficiente para que el artista explote la psique como un catalizador expresivo, expositivo. El amor, comúnmente, es el primer detonante en una entidad sensorial expresiva. Todo artista, sobre todo los poetas, han expresado su sentir acerca del amor, porque esa es generalmente la primera sensación abrumadora externa a una entidad "racional" animal. La atracción, el enamoramiento; no obstante, Hughes pronto se desprendería de esa necesidad casi natural para sumergirse en su entorno natural, animal, puro. Su alejamiento de lo personal, el rechazo posterior a lo confesional, lo llevaría a reposar su poesía en la brutalidad universal de la naturaleza, en el mayor valor moral: la existencia pura e intempestiva.

Por lo tanto, tenemos que reconocer al niño Ted que lo ve todo desde adentro estando afuera, sí, como un chamán, desmenuzando lo sublime no como un acto moral de la razón, sino como algo puramente salvaje, la fuerza motriz de la vida, ahí, en los campos y colinas de Mytholmroyd, parado, indagando el mundo natural, mirando el (a veces) gentil río Calder, impetuoso y rebelde, atravesar la gran villa en medio de un paisaje verdoso, grisáceo, otoñal. Desde ahí, en algún lugar de aquel microcosmos, podemos ahora (sí, nosotros) comprender el origen y el principio de la naturaleza poética en Ted Hughes.

You have a sad world here:
Only the bitter windy rain and bareness of wet rock glistening.
---
"Tienes un mundo triste aquí:
solo la amarga lluvia ventosa y la desnudez de roca mojada que brilla."

'The Recluse', poema de un Ted Hughes juvenil, ilustra con exactitud el paisaje y la experiencia sensorial de sus alrededores: Mytholmroyd, el claro en el bosque en el prado de la confluencia de los ríos, el Calder y el Brook. Como el Tigris y el Éufrates: el origen de todo.

Foto por Alan Dearling.

La relación de Hughes con Mytholmroyd es fundamentalmente simbiótica y dialéctica. Por un lado, el pueblo y su entorno brutalmente bello proporcionaron el material esencial para su poesía: el paisaje, la vida salvaje, la historia industrial y las historias de su gente; por otro lado, la mente de Hughes no se limitó a documentar esta realidad; la transformó en un universo mítico, conocido como Elmet, y la tradujo en un vocabulario poético único, caracterizado por el poder primario, la violencia inherente y una búsqueda constante de lo sublime en la naturaleza.

La cuna de la poética de Hughes se encuentra en su hogar familiar. Nacido como el tercer hijo de William Henry Hughes, un ebanista, y Edith Farrar Hughes, el poeta creció en un hogar con profundas raíces en la región. Las generaciones más recientes de la familia habían trabajado en las industrias de la confección y la molienda del área, proporcionando un telón de fondo de la "dura realidad de las granjas en los valles y los páramos" que conformaría su visión del mundo natural. Además de la herencia industrial, la historia de su padre, un veterano de la Primera Guerra Mundial que había escapado por poco de la muerte en los campos de batalla de Ypres y de la campaña de Galípoli, fue una figura central. Las historias de los "campos de Flandes" impregnaron la imaginación infantil de Hughes, creando un subtexto de trauma y brutalidad que se manifestaría de manera explícita en su obra posterior, como en el poema "Out". Esta exposición temprana a las crudas realidades de la vida, ya sea a través de la naturaleza o de las historias de guerra, sentó las bases de su poética no sentimental.


La infancia de Hughes en Mytholmroyd le enseñó a no "sentimentalizar" la naturaleza, un rasgo distintivo que lo separó de la tradición romántica. El entorno del valle, con sus duras realidades de la vida salvaje y la lucha por la supervivencia, le presentó la naturaleza con toda su "furia y poder primario". Esta perspectiva culminó en lo que la crítica literaria ha conceptualizado como el "sublime ecológico". En esta reconfiguración de la teoría kantiana, la naturaleza no sirve para fortalecer la razón humana, sino que la "desplaza, disminuye e incluso oblitera o traga".

La fascinación de Hughes por los animales se desarrolló a una edad extraordinariamente temprana. Fue su hermano mayor, Gerald, un hábil cazador y guardabosques aficionado, quien catalizó esta curiosidad en una fuerza creativa. A la edad de cinco años, el joven Ted comenzó a acompañar a Gerald en sus expediciones de caza y trampeo en los páramos y valles. Este proceso de interacción y reconfiguración mental de la vida salvaje, a su vez influenciado por las historias de su hermano, se identifica explícitamente como el "comienzo del desarrollo de la característica imaginación mitopoética de Hughes". La exposición a la caza y la vida silvestre por parte de Gerald se convirtió en la causa directa del desarrollo de la visión poética central de Hughes. El entorno geográfico de Mytholmroyd se incrustó en la memoria de Hughes de una manera tan profunda, que lugares específicos como Redacre Wood y Crimsworth Dean se convirtieron en los escenarios de su "fantasía de piel roja". Esta experiencia personal se manifestó en algunas de sus primeras obras, donde las semillas de su poética se encontraron en recuerdos directos del área, como en su poema "The Thought Fox" y su cuento "The Rain Horse". El paisaje, con sus hitos prominentes como Scout Rock y Mount Zion Methodist Chapel, que se alzaban sobre su hogar de la infancia, se convirtió en un vocabulario visual y simbólico que perduraría a lo largo de su vida.

I imagine this midnight moment's forest:
Something else is alive.
Beside the clock's loneliness.
And this blank page where my fingers move.
---
"Imagino el bosque de este momento a medianoche:
Algo más vive.
Junto a la soledad del reloj.
Y esta página en blanco donde mis dedos se mueven."

El Calder Valley, para Hughes, era mucho más que un simple lugar de nacimiento. En su obra, se transformó en un reino mítico que los celtas conocieron como "Elmet". Esta visión poética no era nostálgica ni "romanticista"; en cambio, Hughes lo describió como un paisaje de "desolación espectacular" y "belleza sombría". Los poemas de sus colecciones más aclamadas sobre el tema, Remains of Elmet (1979) y su posterior reedición, Elmet (1994), son una exploración de este territorio mítico y sus paisajes "golpeados por el clima".

La relación de Hughes con el Calder Valley se mantuvo a lo largo de su vida. Visitaba a sus padres con frecuencia en su casa de Heptonstall, que también se encuentra en el valle. Su colaboración con la fotógrafa Fay Godwin en 'Remains of Elmet' fue un diálogo artístico fundamental que fusionó texto e imagen de una manera dramática y evocadora. Años más tarde, la decisión de Hughes de reeditar la colección como Elmet en 1994, eliminando la palabra "restos" (remains), es de gran importancia. Esta omisión señala que la obra final no se trata de los remanentes de un pasado, sino de "algo más completo". La inclusión de poemas de otras colecciones, lo que convierte a 'Elmet' en una especie de "antología" de sus versos sobre el valle, demuestra un reconocimiento final y definitivo del lugar como el centro de su visión poética.

The woods crashing through darkness, the booming hills,
Winds stampeding the fields under the window
Floundering black astride and blinding wet.
Till day rose; then under an orange sky
The hills had new places, and wind wielded
---
"Los bosques estrellándose a través de la oscuridad, las colinas retumbantes,
Vientos estampando los campos bajo la ventana
Forcejeando a ciegas sobre la negrura y ciegamente mojados.
Hasta que amaneció; luego bajo un cielo naranja
Las colinas tenían nuevos lugares, y el viento blandía"

Esta visión es evidente en poemas como "Wind", que no describe una suave brisa, sino una fuerza "divina" que el poeta conoció bien en los días tormentosos en los páramos de Yorkshire. En lugar de un sujeto humano en el centro que conquista o comprende la naturaleza, la poética de Hughes a menudo presenta al ser humano como un observador marginado o envuelto por el paisaje. La fascinación de Hughes por los animales y la dura realidad del valle le enseñaron que la naturaleza es una fuerza vital en sí misma, "ni buena ni mala," y que lo "no-humano" es lo que posee lo trascendente.

A lo largo de su obra, Mytholmroyd se encuentra presente, en la descripción poética de lo mitológico, lo místico, lo permanente; porque la poesía nos trasciende, igual que el mundo que dejamos atrás. Ars longa, vita brevis. Aún en su magistral cierre poético cuasiconfesional en Birthday Letters (1998) podemos sentir aquel lugar que siempre permaneció en su corazón y su mente.

You drew the house and the black wind,
The black sky pouring its black light
On the granite setts of the yard.
A land of deep, black-watered valleys.
---
"Dibujaste la casa y el viento negro,
El cielo negro derramando su luz negra
Sobre los adoquines de granito del patio.
Una tierra de valles profundos, de aguas negras."

Un lugar; la tierra; el aire.
El pastizal regado como mar de azares,
como cielo inverso en el fango de palabras
que encuentran cobijo en el cielo estrellado de lluvia.

Ese lugar, tan apacible y lleno de misterios; como él, un gran y enorme misterio que nos llega en forma de oraciones e imaginarios terrenales, naturales, quiméricos. Ese lugar, Mytholmroyd, el origen de la poesía de un sinfín de orígenes, es lo que Ted Hughes nos ha heredado como tesoro perpetuo, su poesía como una visión puramente humana.

© 2025 Enrique Monroy
Registrado en Safe Creative.

---
Algunos sitios de consulta e interés:

1. Sylvia and Ted in Elmet, consultado el 29 de agosto de 2025:
2. Ted Hughes, consultado el 30 de agosto de 2025:
3. The Elmet Trust, consultado el 31 de agosto de 2025:

Entradas populares